El mandril del diseño

¿Se debe hacer todo lo que el cliente quiera, por el simple hecho de que es el que paga, y por tanto, hay que darle la razón? ¿O es mejor mantener una postura profesional, seria y firme, de asesoramiento, aunque ese asesoramiento implique, en ocasiones —aunque no siempre—, llevarle la contraria al cliente?

Raciocinio vs Sensibilidad al Arte

¿Es posible que un exceso de raciocinio dañe la sensibilidad artística del sujeto? Quizás para disfrutar del arte habría que dejar aparcada la mente analítica y racional para dejarse llevar por la propia capacidad de percepción del subconsciente, suponiendo que sea ahí donde resida las sensibilidad hacia lo extraño, la belleza y el arte.

El Escudo Del Diseñador: Acerca De Los Críticos Y De Los Que “Sólo” Opinan

No conozco a un solo diseñador que no acabe adquiriendo una cierta fama de quisquilloso y cascarrabias. Es un caparazón, un escudo que el creativo que trabaja por encargo acaba fabricándose para protegerse del entorno adverso en el desempeña su labor creativa. El ataque continuo y persistente de los “críticos” (aquellos supuestos creativos frustrados que tienen alguna idea interesante alguna vez en su vida pero carecen de talento ni ingenio para llevarla a cabo, por lo que, en realidad, no son nada) y que, corroídos por la envidia, arremeten contra las obras ejecutadas de los diseñadores.